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Arquitectura con Hormigón Elaborado

Tema: VIVIENDAS DE HORMIGON
Autor: Juan D. Persico > W.R.Grace Argentina S.A
Fecha Publicación: 31/12/2005

Actualmente la industria del hormigón elaborado trabaja con agregados y cementos controlados que, juntamente con aditivos especiales, permiten darle textura y color para uso arquitectónico.

INTRODUCCIÓN

Una de las técnicas más usadas para darle un carácter decorativo al hormigón es la de realizar acabados con agregados expuestos, brindándole una apariencia uniforme y con innumerables posibilidades tanto de textura como de color. Durante años se le ha tenido cierto rechazo a este tipo de terminaciones debido a que los métodos para realizarlas eran ineficientes o bien poco salubres.

Se utilizaron varias técnicas para lograr estas superficies. La más simple es la de “sembrado”, en la cual se esparce una capa de hormigón de granulometría discontinua sobre una losa de hormigón convencional, donde se arrojan los agregados que se quieren dejar visibles. Esta técnica tenía dos inconvenientes que la hacían fracasar. Uno es el problema de la uniformidad, ya que se requiere de un operario con gran experiencia y dedicación para que no queden zonas de gran concentración de áridos.

El otro inconveniente es el de durabilidad, ya que al no haber sido mezclado junto con el hormigón, la superficie de adherencia no es lo suficientemente eficiente, provocando con el tiempo y el uso el desprendimiento de los áridos. Otra técnica muy difundida era la exposición de los agregados mediante diferentes procesos abrasivos como el arenado.

Utilizando estas técnicas se mejoraban notoriamente los problemas que se presentaban en el sembrado, pero su aplicación resultaba insalubre para el operario que la realizaba. Incluso ya hay países en los que se encuentra prohibido este tipo de tratamientos debido a su carácter nocivo para el ambiente y las personas.

DESACTIVADORES SUPERFICIALES

La necesidad de obtener superficies más regulares, con mejor distribución de los agregados y reducción de los tiempos de producción atendiendo la problemática ambiental, plantearon la necesidad de contar con un método más simple de producción de hormigones con agregados expuestos.

Con esta finalidad fueron desarrollados los denominados retardadores superficiales. Estos aditivos funcionan evitando la hidratación del material cementante en un determinado nivel de penetración, sin afectar las características del resto del hormigón. Existen versiones de estos productos tanto para ser usados en moldes como para ser aplicados en la superficie libre de la pieza.

Desactivadores “de molde”

La metodología de uso de estos productos consiste simplemente en seleccionar el nivel de penetración que se va a utilizar, en función de los tamaños máximos y mínimos de los agregados, y luego pintar con rodillo o soplete la superficie del molde que va a entrar en contacto con el hormigón. Se aplica de modo tal que no queden espacios sin cubrir. Esto es de fácil percepción, ya que el mismo producto “pinta” el molde dándole un tono que varía según el nivel de penetración deseado.

Esta “pintura” se desprende completamente al retirar la pieza del molde. Es importante destacar que no es necesaria la aplicación de desmoldantes, ya que el mismo producto cumple esa función. Al otro día, una vez que fraguó la pieza, se procede a desmoldar. Las caras que estuvieron en contacto con el molde presentan una película del color del aditivo, que es la zona donde actuó el retardador.

Posteriormente se procede a rociar con agua a presión (generalmente se utiliza una “hidrolavadora” o aspersor de uso doméstico), quitando así la capa de mortero que fue inhibida. Realizado esto, la pieza ya se encuentra lista para el almacenaje. 

Desactivadores “de superficie” 

El principio de funcionamiento de estos aditivos es similar a los anteriores. La diferencia radica en que en lugar de aplicarse en el molde, se aplica sobre la superficie libre de la pieza, es decir, aquélla que está en contacto con el ambiente y no con el molde. El producto se aplica una vez que desapareció el agua superficial de la pieza.

En equivalencia a los productos anteriores, que proveen como valor agregado la función de desmoldante, estos actúan como membrana de curado formando una película de diferentes colores, dependiendo éstos del nivel de penetración deseada. Se debe pintar con rodillo, soplete o simplemente volcando el aditivo y distribuyéndolo con una regla de albañil como se muestra en la figura, teniendo cuidado de pintar toda la superficie. Esto es fácil de controlar, ya que queda toda la pieza pintada.

Al otro día, una vez que el hormigón ha fraguado, se procede al lavado por medio de agua a presión exactamente igual que en el caso anterior. Una prueba simple que se puede hacer antes de lavar para ver cómo funciona el aditivo consiste en “rascar” con la uña  a superficie, para apreciar como la matriz se erosiona transformándose en polvo mientras que los agregados se encuentran adheridos firmemente.

Consideraciones acerca de los desactivantes

  • Seleccionar un aditivo de marca reconocida y confiable
  • La aplicación debe ser uniforme.
  • Verificar que el desactivante sea pigmentado, de forma de promover una cobertura completa y observable.
  • Verificar que el desactivante sea compatible con los materiales utilizados. Existen productos específicos para diferentes niveles de ataque, compatibles con la dimensión máxima de los agregados.
  • Utilizar paneles de prueba, simulando las condiciones de obra.

PROFUNDIDAD DE EXPOSICIÓN

La elección del producto depende de la profundidad de exposición deseada, y ésta no debe superar un tercio de la del diámetro medio del agregado y no más de la mitad del diámetro menor del agregado. La elección del agregado y su correspondiente nivel de exposición deben ser elegidos cuidadosamente según el tipo de superficie que se desee obtener. Se pueden observar tres niveles de exposición. A saber: 

Exposición leve: Consiste en la remoción de una pequeña capa de arena y pasta en la cual sólo quedan expuestos los cantos de los agregados.

Tema: VIVIENDAS DE HORMIGON
Autor: Juan D. Persico > W.R.Grace Argentina S.A
Fecha Publicación: 31/12/2005

Actualmente la industria del hormigón elaborado trabaja con agregados y cementos controlados que, juntamente con aditivos especiales, permiten darle textura y color para uso arquitectónico.

INTRODUCCIÓN

Una de las técnicas más usadas para darle un carácter decorativo al hormigón es la de realizar acabados con agregados expuestos, brindándole una apariencia uniforme y con innumerables posibilidades tanto de textura como de color. Durante años se le ha tenido cierto rechazo a este tipo de terminaciones debido a que los métodos para realizarlas eran ineficientes o bien poco salubres.

Se utilizaron varias técnicas para lograr estas superficies. La más simple es la de “sembrado”, en la cual se esparce una capa de hormigón de granulometría discontinua sobre una losa de hormigón convencional, donde se arrojan los agregados que se quieren dejar visibles. Esta técnica tenía dos inconvenientes que la hacían fracasar. Uno es el problema de la uniformidad, ya que se requiere de un operario con gran experiencia y dedicación para que no queden zonas de gran concentración de áridos.

El otro inconveniente es el de durabilidad, ya que al no haber sido mezclado junto con el hormigón, la superficie de adherencia no es lo suficientemente eficiente, provocando con el tiempo y el uso el desprendimiento de los áridos. Otra técnica muy difundida era la exposición de los agregados mediante diferentes procesos abrasivos como el arenado.

Utilizando estas técnicas se mejoraban notoriamente los problemas que se presentaban en el sembrado, pero su aplicación resultaba insalubre para el operario que la realizaba. Incluso ya hay países en los que se encuentra prohibido este tipo de tratamientos debido a su carácter nocivo para el ambiente y las personas.

DESACTIVADORES SUPERFICIALES

La necesidad de obtener superficies más regulares, con mejor distribución de los agregados y reducción de los tiempos de producción atendiendo la problemática ambiental, plantearon la necesidad de contar con un método más simple de producción de hormigones con agregados expuestos.

Con esta finalidad fueron desarrollados los denominados retardadores superficiales. Estos aditivos funcionan evitando la hidratación del material cementante en un determinado nivel de penetración, sin afectar las características del resto del hormigón. Existen versiones de estos productos tanto para ser usados en moldes como para ser aplicados en la superficie libre de la pieza.

Desactivadores “de molde”

La metodología de uso de estos productos consiste simplemente en seleccionar el nivel de penetración que se va a utilizar, en función de los tamaños máximos y mínimos de los agregados, y luego pintar con rodillo o soplete la superficie del molde que va a entrar en contacto con el hormigón. Se aplica de modo tal que no queden espacios sin cubrir. Esto es de fácil percepción, ya que el mismo producto “pinta” el molde dándole un tono que varía según el nivel de penetración deseado.

Esta “pintura” se desprende completamente al retirar la pieza del molde. Es importante destacar que no es necesaria la aplicación de desmoldantes, ya que el mismo producto cumple esa función. Al otro día, una vez que fraguó la pieza, se procede a desmoldar. Las caras que estuvieron en contacto con el molde presentan una película del color del aditivo, que es la zona donde actuó el retardador.

Posteriormente se procede a rociar con agua a presión (generalmente se utiliza una “hidrolavadora” o aspersor de uso doméstico), quitando así la capa de mortero que fue inhibida. Realizado esto, la pieza ya se encuentra lista para el almacenaje. 

Desactivadores “de superficie” 

El principio de funcionamiento de estos aditivos es similar a los anteriores. La diferencia radica en que en lugar de aplicarse en el molde, se aplica sobre la superficie libre de la pieza, es decir, aquélla que está en contacto con el ambiente y no con el molde. El producto se aplica una vez que desapareció el agua superficial de la pieza.

En equivalencia a los productos anteriores, que proveen como valor agregado la función de desmoldante, estos actúan como membrana de curado formando una película de diferentes colores, dependiendo éstos del nivel de penetración deseada. Se debe pintar con rodillo, soplete o simplemente volcando el aditivo y distribuyéndolo con una regla de albañil como se muestra en la figura, teniendo cuidado de pintar toda la superficie. Esto es fácil de controlar, ya que queda toda la pieza pintada.

Al otro día, una vez que el hormigón ha fraguado, se procede al lavado por medio de agua a presión exactamente igual que en el caso anterior. Una prueba simple que se puede hacer antes de lavar para ver cómo funciona el aditivo consiste en “rascar” con la uña  a superficie, para apreciar como la matriz se erosiona transformándose en polvo mientras que los agregados se encuentran adheridos firmemente.

Consideraciones acerca de los desactivantes

  • Seleccionar un aditivo de marca reconocida y confiable
  • La aplicación debe ser uniforme.
  • Verificar que el desactivante sea pigmentado, de forma de promover una cobertura completa y observable.
  • Verificar que el desactivante sea compatible con los materiales utilizados. Existen productos específicos para diferentes niveles de ataque, compatibles con la dimensión máxima de los agregados.
  • Utilizar paneles de prueba, simulando las condiciones de obra.

PROFUNDIDAD DE EXPOSICIÓN

La elección del producto depende de la profundidad de exposición deseada, y ésta no debe superar un tercio de la del diámetro medio del agregado y no más de la mitad del diámetro menor del agregado. La elección del agregado y su correspondiente nivel de exposición deben ser elegidos cuidadosamente según el tipo de superficie que se desee obtener. Se pueden observar tres niveles de exposición. A saber: 

Exposición leve: Consiste en la remoción de una pequeña capa de arena y pasta en la cual sólo quedan expuestos los cantos de los agregados.