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Hormigón!!! Perdona nuestras probetas

Tema: LABORATORIO
Autor: Ing. Guillermo Masciotra – director de HORMIGONAR
Fecha Publicación: 31/12/2006

Luego de muchos años de observar moldeos de probetas de hormigón, este último comencé a juntar fotografías y a tomar apuntes que me permitieran reflejar algunos casos muy originales. A quienes caigan en la tentación de esbozar una sonrisa, les comento que estas malas costumbres a la hora de moldear provocaron más de una discusión y algún que otro disgusto.

Una resistencia baja en el ensayo de probetas de hormigón no indica necesariamente una mala calidad del hormigón colocado en obra. Si bien frecuentemente suele atribuirse al proveedor, la resistencia baja puede surgir de un procedimiento inadecuado de muestreo, una mala preparación de las probetas, un deficiente curado o un incorrecto transporte hasta su ensayo.

En tales casos la calidad del hormigón colocado en obra podría ser aceptable a pesar de lo indicado en los resultados de los ensayos. Por eso a pesar de las aparentes deficiencias de la resistencia del hormigón indicadas por la gran dispersión de los resultados de ensayos de probetas cilíndricas, en muchas ocasiones se pudo comprobar, por medio de la extracción de testigos calados y la realización de ensayos no destructivos en obra, que el hormigón colado era de buena calidad.

¿CÓMO MOLDEAR PROBETAS DE HORMIGÓN?

Sabemos que la determinación de la resistencia del hormigón puede ser garantizada si las probetas para el ensayo a compresión son confeccionadas y curadas siguiendo métodos normalizados. No es mi propósito transcribir la norma IRAM 1524, pero sí a manera de ejemplo mencionar algunas situaciones de obra reflejadas en pequeños apuntes, dibujos y algunas “joyas” fotográficas.

¿QUÉ MOLDES USAR?

“Se deben usar moldes cilíndricos indeformables y no absorbentes. El más común de los reutilizables (pues también los hay descartables de plástico) es el molde metálico de 15cm de diámetro por 30cm de altura”. Sabemos que los moldes metálicos se pueden oxidar como los de la foto1, y por lo tanto debemos mantenerlos limpios y aceitados. Pero: ¿tenemos bien en claro que deben ser cilíndricos? Por lo que muestran las fotos 2 y 3 ¡parece que no!

¿QUIÉN MOLDEA?

Precisamente es la primera pregunta que hacemos al responsable de obra cuando surge algún inconveniente: ¿es siempre el mismo operario?, ¿está capacitado? Es común que se elija para este rol a un operario pasivo que no cumpla una función determinante arriba de la losa (o sea, donde está la acción), y que apenas conoce la importancia de lo que está haciendo. Recordemos entonces que quien no tiene amor por lo que hace, termina seguramente haciéndolo de cualquier manera, lo cual es incompatible con un trabajo cuyo éxito depende de obrar dentro de parámetros repetitivos normalizados. Algunos se preguntaran si exagero cuando hablo de que hay alguien apasionado por moldear probetas de hormigón. En realidad creo que no, porque conozco y admiro a muchísimos laboratoristas que se siguen capacitando para poder hacer cada vez mejor su trabajo. Y entiendo que no tienen reparos en compartir sus conocimientos desinteresadamente con novatos a los que se les ha asignado “irresponsablemente” un control de hormigón en obra.

La literatura técnica dice que: “el material para la muestra de dos probetas se debe tomar directamente de la canaleta de descarga del camión con un recipiente (limpio, no absorbente y estanco) después de haber descargado el primer 1/4m3 y antes de descargar el último 1/4, y deberá ser remezclado antes de llenado con cuchara de los moldes una vez colocado sobre una superficie firme y horizontal”. Entonces no se deben tomar muestras al pie del manguerote de la bomba; no se debe moldear sobre el encofrado en un séptimo piso y no se deben bajar con las probetas recién moldeadas por la escalera para dejarlas en planta baja, como he visto en muchas ocasiones. De hacerlo así, tendremos hormigón segregado, resultados poco representativos y un obrero en peor estado que el soldado de Maratón. De la misma manera no podemos admitir a los “ventajeros” de los dibujos 1 y 2.

¿CÓMO SE LLENA?

“El hormigón se coloca en tres capas de aproximadamente 1/3 de la altura del molde”. La norma dice tres capas. Para algo tan simple no se debe aplicar la ley del menor esfuerzo. Basta de probetas “monocapa” o “bicapa”.

¿CÓMO SE COMPACTA?

“Se compacta cada capa con 25 golpes de una varilla de 16mm de diámetro por 60cm de largo con la punta redondeada”. “En la primera capa la varilla no debe golpear la base del molde. En la segunda y en la tercera la varilla debe atravesar toda la capa y pasar levemente a la de abajo”. Es difícil que la “varilla” no toque el fondo si se trata de una poderosa barra de construcción φ25 que hace ingobernable la tarea como en la foto 4, o cuando es tan larga que debe ser tomada con las dos manos o si se utiliza un tirante de 3”como en el dibujo 3. “Terminada la compactación de la cara superior se golpean suavemente los costados del molde con una masa de madera o goma”. El dibujo 4 y la foto 5 valen más que mil palabras.

¿CÓMO SE ENRASA?

“Con una cuchara de albañil se enrasa la probeta a nivel del borde superior dejando una superficie plana y lisa”. Las probetas deben tener una esbeltez igual a 2, pero como vemos en la foto 6 no siempre es así.

¿DONDE SE MOLDEA?

“Cuando se realicen controles de hormigón en obra, se deberá disponer de un espacio para el almacenamiento de las probetas hasta su retiro. El mismo deberá ser protegido de la intemperie para evitar deterioros en su superficie expuesta, cubiertas con una bolsa plástica para evitar pérdidas de humedad y ubicadas donde no se realicen movimientos de obra para evitar golpes”. La textura “granizada” mostrada en la foto 7 no fue intencional. Las probetas quedaron así como consecuencia de una fuerte lluvia. En la foto 8 vemos a la derecha una probeta bien terminada, mientras que a la izquierda una terminación típica producto de la combinación de dos factores: un hormigón muy fluido que tuvo mucha exudación (la probeta se ve rechupada) y un responsable de obra ansioso que con el dedo tocaba la superficie para ver cuándo fraguaba. La probeta puede estar bien enrasada pero si se golpea durante las tareas de hormigonado y el molde no está bien asentado, endurecerá inclinada dando la probeta “chanfleada” de la Foto 9.

¿CÓMO LA IDENTIFICO?

En la foto 10 vemos un trío desparejo: la de la izquierda está bien terminada e etiquetada.

Tema: LABORATORIO
Autor: Ing. Guillermo Masciotra – director de HORMIGONAR
Fecha Publicación: 31/12/2006

Luego de muchos años de observar moldeos de probetas de hormigón, este último comencé a juntar fotografías y a tomar apuntes que me permitieran reflejar algunos casos muy originales. A quienes caigan en la tentación de esbozar una sonrisa, les comento que estas malas costumbres a la hora de moldear provocaron más de una discusión y algún que otro disgusto.

Una resistencia baja en el ensayo de probetas de hormigón no indica necesariamente una mala calidad del hormigón colocado en obra. Si bien frecuentemente suele atribuirse al proveedor, la resistencia baja puede surgir de un procedimiento inadecuado de muestreo, una mala preparación de las probetas, un deficiente curado o un incorrecto transporte hasta su ensayo.

En tales casos la calidad del hormigón colocado en obra podría ser aceptable a pesar de lo indicado en los resultados de los ensayos. Por eso a pesar de las aparentes deficiencias de la resistencia del hormigón indicadas por la gran dispersión de los resultados de ensayos de probetas cilíndricas, en muchas ocasiones se pudo comprobar, por medio de la extracción de testigos calados y la realización de ensayos no destructivos en obra, que el hormigón colado era de buena calidad.

¿CÓMO MOLDEAR PROBETAS DE HORMIGÓN?

Sabemos que la determinación de la resistencia del hormigón puede ser garantizada si las probetas para el ensayo a compresión son confeccionadas y curadas siguiendo métodos normalizados. No es mi propósito transcribir la norma IRAM 1524, pero sí a manera de ejemplo mencionar algunas situaciones de obra reflejadas en pequeños apuntes, dibujos y algunas “joyas” fotográficas.

¿QUÉ MOLDES USAR?

“Se deben usar moldes cilíndricos indeformables y no absorbentes. El más común de los reutilizables (pues también los hay descartables de plástico) es el molde metálico de 15cm de diámetro por 30cm de altura”. Sabemos que los moldes metálicos se pueden oxidar como los de la foto1, y por lo tanto debemos mantenerlos limpios y aceitados. Pero: ¿tenemos bien en claro que deben ser cilíndricos? Por lo que muestran las fotos 2 y 3 ¡parece que no!

¿QUIÉN MOLDEA?

Precisamente es la primera pregunta que hacemos al responsable de obra cuando surge algún inconveniente: ¿es siempre el mismo operario?, ¿está capacitado? Es común que se elija para este rol a un operario pasivo que no cumpla una función determinante arriba de la losa (o sea, donde está la acción), y que apenas conoce la importancia de lo que está haciendo. Recordemos entonces que quien no tiene amor por lo que hace, termina seguramente haciéndolo de cualquier manera, lo cual es incompatible con un trabajo cuyo éxito depende de obrar dentro de parámetros repetitivos normalizados. Algunos se preguntaran si exagero cuando hablo de que hay alguien apasionado por moldear probetas de hormigón. En realidad creo que no, porque conozco y admiro a muchísimos laboratoristas que se siguen capacitando para poder hacer cada vez mejor su trabajo. Y entiendo que no tienen reparos en compartir sus conocimientos desinteresadamente con novatos a los que se les ha asignado “irresponsablemente” un control de hormigón en obra.

La literatura técnica dice que: “el material para la muestra de dos probetas se debe tomar directamente de la canaleta de descarga del camión con un recipiente (limpio, no absorbente y estanco) después de haber descargado el primer 1/4m3 y antes de descargar el último 1/4, y deberá ser remezclado antes de llenado con cuchara de los moldes una vez colocado sobre una superficie firme y horizontal”. Entonces no se deben tomar muestras al pie del manguerote de la bomba; no se debe moldear sobre el encofrado en un séptimo piso y no se deben bajar con las probetas recién moldeadas por la escalera para dejarlas en planta baja, como he visto en muchas ocasiones. De hacerlo así, tendremos hormigón segregado, resultados poco representativos y un obrero en peor estado que el soldado de Maratón. De la misma manera no podemos admitir a los “ventajeros” de los dibujos 1 y 2.

¿CÓMO SE LLENA?

“El hormigón se coloca en tres capas de aproximadamente 1/3 de la altura del molde”. La norma dice tres capas. Para algo tan simple no se debe aplicar la ley del menor esfuerzo. Basta de probetas “monocapa” o “bicapa”.

¿CÓMO SE COMPACTA?

“Se compacta cada capa con 25 golpes de una varilla de 16mm de diámetro por 60cm de largo con la punta redondeada”. “En la primera capa la varilla no debe golpear la base del molde. En la segunda y en la tercera la varilla debe atravesar toda la capa y pasar levemente a la de abajo”. Es difícil que la “varilla” no toque el fondo si se trata de una poderosa barra de construcción φ25 que hace ingobernable la tarea como en la foto 4, o cuando es tan larga que debe ser tomada con las dos manos o si se utiliza un tirante de 3”como en el dibujo 3. “Terminada la compactación de la cara superior se golpean suavemente los costados del molde con una masa de madera o goma”. El dibujo 4 y la foto 5 valen más que mil palabras.

¿CÓMO SE ENRASA?

“Con una cuchara de albañil se enrasa la probeta a nivel del borde superior dejando una superficie plana y lisa”. Las probetas deben tener una esbeltez igual a 2, pero como vemos en la foto 6 no siempre es así.

¿DONDE SE MOLDEA?

“Cuando se realicen controles de hormigón en obra, se deberá disponer de un espacio para el almacenamiento de las probetas hasta su retiro. El mismo deberá ser protegido de la intemperie para evitar deterioros en su superficie expuesta, cubiertas con una bolsa plástica para evitar pérdidas de humedad y ubicadas donde no se realicen movimientos de obra para evitar golpes”. La textura “granizada” mostrada en la foto 7 no fue intencional. Las probetas quedaron así como consecuencia de una fuerte lluvia. En la foto 8 vemos a la derecha una probeta bien terminada, mientras que a la izquierda una terminación típica producto de la combinación de dos factores: un hormigón muy fluido que tuvo mucha exudación (la probeta se ve rechupada) y un responsable de obra ansioso que con el dedo tocaba la superficie para ver cuándo fraguaba. La probeta puede estar bien enrasada pero si se golpea durante las tareas de hormigonado y el molde no está bien asentado, endurecerá inclinada dando la probeta “chanfleada” de la Foto 9.

¿CÓMO LA IDENTIFICO?

En la foto 10 vemos un trío desparejo: la de la izquierda está bien terminada e etiquetada.